La densitometría ósea es una técnica que permite medir la densidad de calcio que tienen los huesos. Es una prueba muy útil para detectar la osteoporosis de forma precoz, y también sirve para evaluar la respuesta al tratamiento en las personas que la padecen. Es una técnica fácil de realizar por su rapidez, coste y comodidad para el paciente, ya que no es dolorosa ni requiere ingreso en el hospital. Sin embargo, no está demostrado que sea necesario realizar esta prueba a todas las personas con riesgo de osteoporosis, sólo será útil realizarla a unos grupos concretos de gente.
Para realizar la densitometría ósea se pueden utilizar rayos X, ultrasonidos o isótopos radioactivos. La técnica más antigua utiliza rayos X y todavía hoy es la más frecuente porque es la más conocida y fácil de realizar, se llama a esta técnica específica DXA o DEXA. La densitometría utiliza dosis de rayos X muy pequeñas y el daño a las células de nuestro organismo es casi nulo, además, el aparato es capaz de concentrar toda su emisión en un solo punto gracias a unos filtros especiales.
La prueba suele realizarse sobre un único hueso, normalmente la cadera o las vértebras más inferiores de la columna vertebral. En algunos adultos y en los niños se realiza en todo el cuerpo. El aparato de medición consigue una imagen con la que detecta la cantidad de calcio del hueso y lo compara con los valores normales.